El pasado domingo se celebraba la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Por este motivo, en nuestra diócesis, desde la Delegación de Migraciones y Movilidad Humana, se organizó ayer, en el Seminario de Corbán, una mesa redonda sobre la «relación espiritual, jurídica y social de la atención integral al migrante».
En dicha mesa redonda participaron 3 profesionales del sector: el P. Alberto Ares Mateos, SJ, director del JRS Europe (Jesuit Refugee Service Europe), Doña Ana María Uría Pelayo, abogada especialista en migraciones, del equipo de Cáritas Diocesana de Santander, y la Hna. Marisabel Albizu Lluvia, HSMP, directora de la Fundación Ellacuría. La mesa redonda la moderaba nuestro delegado diocesano, D. Jacobo Jofre Ocampo.
Durante sus intervenciones provocaron a los asistentes, invitándoles a defender los derechos de todos, huyendo del paternalismo y estableciendo con las personas migrantes relaciones de horizontalidad. Muchas veces, al llegar a nuestro país, su situación de vulnerabilidad requerirá, como recordaba Marisabel, hacernos cargo, cargar y encargarse de la realidad, en el tiple movimiento ellacuriano. Defender la dignidad de cada persona es defender la democracia y, en opinión de Ana María, nuestras democracias pierden consistencia o solidez cuando los discursos de odio ganan protagonismo. Además, dentro de todas y cada una de las luces que nos dejaba el P. Alberto, quedó como resumen de la apertura del corazón con que tenemos que vivir la experiencia de la hospitalidad, desde el ámbito espiritual, que «una puerta abierta puede ser epifanía».
La jornada terminó con un momento para el diálogo en que tras varias preguntas, pudimos contar también con el testimonio de Mauri Tirado, que nos habló de diferentes experiencias de acogida, del segundo momento dentro de los ciclos migrantes, cuando los mismos migrantes ayudan a otros migrantes y son acogida, cuando solo hay ilusión por una vida mejor, pero «los abrazos sinceros se encuentran a más de 3000 kilómetros». Una intervención no esperada, pero que sumó a la mesa redonda el testimonio, como lo hizo también el P. Alberto cuando nos dejó el testimonio de Mariella y Venero, con su particular carta.
Mañana, miércoles, a las 19:30 desde la parroquia del Santísimo Cristo, saldrá la procesión hacia la Catedral. Allí nuestro Obispo, D. Arturo presidirá la Misa jubilar de los Migrantes. Estamos todos invitados, ya que todos conocemos a alguien que ha venido aquí a construir con nosotros este gran país y nuestra sociedad, aportando su acerbo, su cultura… y si hace unos siglos nuestra cultura propició el mestizaje, que es una de las cumbres de un proceso migratorio exitoso, quizá hoy nuestra sociedad también esté ávida de un mestizaje que nos revitalice.