¿Qué hacemos?
La Vicaría para el Clero es un órgano diocesano que tiene como cometido fundamental la atención del clero (sacerdotes y diáconos permanentes) en tres áreas fundamentales:
- Salud integral y acompañamiento del clero.
- Atender al clero en sus problemas de salud (física, psíquica, espiritual);
- Estar pendiente de las residencias sacerdotales (Bien Aparecida y Santa Marta);
- Acompañar otro tipo de problemáticas del clero;
- Acompañar al clero recién ordenado y a los diáconos permanentes.
- Formación y espiritualidad.
- Organizar la formación permanente, retiros y ejercicios espirituales del clero.
- Prever la formación de los candidatos al diaconado permanente y la formación permanente de los mismos.
- Pastoral vocacional
- Organizar la formación permanente, retiros y ejercicios espirituales del clero.
- Colaborar en la promoción vocacional de la Diócesis.

- Vicario para el clero
Ilmo. Sr. D. Jesús Casanueva Vázquez

Tareas
01. Promover la fraternidad sacerdotal
La unidad y el amor fraterno entre los sacerdotes es algo fundamental de nuestro ministerio y de la misión que nos toca vivir.
Celebramos la vida sacerdotal en ocasiones especiales, como la Misa Crismal, la fiesta de San Juan de Ávila (en la que se homenajea a quienes hacen bodas sacerdotales de plata, oro, diamante y platino), compartimos la fiesta de Santa Catalina de Alejandría, patrona del Seminario, con los seminaristas.
Cuidamos de la integración de los sacerdotes recién ordenados en el presbiterio, así como de aquellos sacerdotes que solicitan la incardinación diocesana, que vienen de otros países o diócesis de España. Para ello se organizan encuentros periódicos donde nos vamos conociendo en la oración, la celebración y la formación.
02. Acompañar la vocación al Diaconado Permanente.
En nuestra Diócesis hay 7 diáconos permanentes, que colaboran en tareas pastorales diversas en nuestro territorio. Desde la Vicaría se acompaña a estos diáconos con encuentros periódicos donde se reza, se comparte y se reflexiona.
Así mismo, atendemos las solicitudes que nos llegan al obispado.

03. Cuidar los unos de otros
La promoción de la fraternidad sacerdotal nos lleva al cuidado mutuo durante los años de responsabilidad pastoral. Para ello tenemos contacto directo, tanto con las personas concretas, como con los arciprestes y otros compañeros que puedan hacernos llegar sus inquietudes respecto a la situación que pueden estar viviendo algunos sacerdotes.

Desde la Vicaría también atendemos y velamos por quienes ya están jubilados, con mucha edad o que tienen serios problemas de dependencia y autonomía. La atención de nuestros mayores se realiza desde su situación personal (si hay apoyo de la familia o de amigos), pero también contando con la colaboración de las dos residencias sacerdotales que hay en la Diócesis:
Residencia Sacerdotal Bien Aparecida
Residencia Santa Marta (Fundación)
04. Formación del clero
La vicaría para el clero atiende también la formación de este, para ayudar a conocer y discernir los signos de los tiempos.
- Plan de formación permanente. Que se realiza con una comisión elegida en el Consejo Presbiteral.
- Seminarios de formación. Para quienes quieren una formación más intensiva. El pasado curso se desarrolló un seminario de discernimiento personal. Para el curso 2025-2026 se tiene previsto organizar un seminario de discernimiento comunitario.
- Monográfico sobre gestión parroquial. Abierto a laicos que colaboran en tareas administrativas de la parroquia, así como a sacerdotes que quieran profundizar en la buena gestión de las tareas administrativas.
- Cuidado de la vida espiritual. A través de los retiros anuales de Adviento y Cuaresma, así como la organización de los Ejercicios Espirituales.

05.Promoción de las Vocaciones
En coordinación con el delegado de pastoral vocacional, se apoyarán las distintas iniciativas encaminadas a la promoción de las vocaciones sacerdotales. Todo ello desde la clave de cultura vocacional, es decir, desde la vivencia de la vida cristiana como respuesta de amor a una llamada que Dios nos hace en el sacerdocio, en la vida consagrada, en la familia y la vocación laical.