Este lunes se desarrolló en el Albergue «El Convento» de Santillana del Mar una charla-desayuno organizada por Cáritas Diocesana y las Vicarías para el Clero y para la Acción Caritativa y Social con Agustín, párroco de la Cañaea Real y profesor de la «Escuela de la Caridad» de Cáritas Española.
Un formato novedoso, que comenzó con una oración, y que propició, además, conocer la iniciativa de la Asociación Éleos, que es la titular del albergue donde se desarrollo la jornada. Durante el desayuno se desarrolló una diálogo fraterno con el ponente, que fue dando respuestas y proponiendo una mirada, la suya, que puede ser tan válida como la de otros. Sin duda una mirada muy atinada y apoyada en la realidad que acompaña. De todo ello, se desprenden las siguientes notas.

«Si los pobres salen a luchar, los van a barrer (los poderosos)». Hay modelos que han ido evolucionando y eso también en la lucha o búsqueda de cambios reales para los descartado. Habló de su experiencia con el aikido, del que es maestro: «No puedes apartarte del conflicto, pero debes afrontarlo de otra forma… en los años 2000 se comenzó una lucha que se apartó del ‘a ver si te puedo’ para pasar a otras fórmulas en el modelo social de intervención comunitaria»
En la Cañada se puede ver que la intervención comunitaria puede transformar realidades y sociedades. Por ello intentar construir un modelo social, desde ese eje, puede favorecer el cambio. Desde allí se pasó a una búsqueda de la comunión, donde la Iglesia es un signo.

La mediación política es necesaria para que no paguen los pobres las dificultades en el entendimiento de las partes, que son las que pueden generar soluciones a corto plazo. Aunque la historia hay que leerla desde un horizonte amplio, para evitar reducir y generar desesperanza que provoque tensiones. El consorcio, y no un mero comisionado, es lo que daría un golpe de timón a una realidad, en donde no hay capacidad de generar recursos, con los que llevar adelante los cambios necesarios.
«El cambio viene de una transformación de la mirada. Llegamos a un montón de gente… y si somos capaces de llegar a quienes se dejan llevar por el poder, para buscar imponerse y vencer frente a quien lo hizo anteriormente… seguro que cambian las cosas.»
¿Necesitamos que esta realidad cambie? Si esto tiene que cambiar, ¿Cuáles son las realidades que van a ayudar a este cambio?
1. La confianza –con lealtad incorporada–, que es una actitud, tomando una opción no un sentimiento.
2. La corresponsabilidad. Es imprescindible que todos sepan cual es la responsabilidad suya y la del otro. Yo tengo que hacer mi parte.
3. La participación. Es un recorrido: no todo el mundo participa en el mismo momento, ni del mismo modo (colaboradores, dinamizadores…), ni con la misma intensidad.
Los curas, los agentes pastorales, la feligresía, la vida consagrada, el barrio… todos son actores del cambio… y es necesario que tengan espacios de encuentro y diálogo.