Hoy a las 5 de la tarde, comenzaba con la procesión la ordenación diaconal de Fernando Remón Higuera. El candidato al diaconado iba situado justo delante del libro de los Evangelios. Precisamente el ministerio principal que asume Fernando, tras la ordenación, como diácono es el del servicio de la Palabra de Dios.
En la Catedral se concentró un gran número de fieles que acompañaron a Fernando en este momento importante para él, su familia y para toda la iglesia diocesana.
Son muchas cosas las que Fernando ha dejado en su historia personal, un trabajo que le brindaba éxito profesional, como otros 3 de los 8 seminaristas que comparten con él la vida en el Seminario, que entraron al Seminario tras dejar su profesión. Quizá las palabras que nuestro obispo, D. Manuel, le dirigía en la homilía cuajan perfectamente con su experiencia personal. “Cuando uno se deja seducir por el Señor se dejan fácilmente por Él la familia y el trabajo, los parientes y la profesión, el futuro”.

