Hoy solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo y día de la Caridad, la Catedral de Santander acogió a numerosos fieles, las cofradías penitenciales, trabajadores, voluntarios y donantes de Cáritas, Adoración Nocturna, así como autoridades municipales, militares y de las fuerzas del orden. Como es habitual todos los años, los niños de primera comunión estuvieron presentes ocupando los primeros bancos del templo. Acompañaban en sus cantos el grupo joven Hakuna y al órgano David Rodríguez Ricondo.
La eucaristía estuvo presidida por nuestro obispo Arturo Ros Murgadas y concelebraba el Cabildo de la Catedral.
Tras la cruz procesional, recorrieron el pasillo central de la nave del templo numerosos estandartes y representantes de todas las cofradías penitenciales, de la Junta General de Cofradías y hermandades como la del Rocío del Santander. Hoy, un día para destacar el estandarte de Cáritas Santander.
En la homilía nuestro prelado recordó la celebración del Corpus en su niñez y juventud.
RECUERDOS DE INFANCIA
«Felices recuerdos, emocionantes con mi familia y pueblo natal». Y en otro momento: «Recuerdo permanentemente el paso de la custodia con la presencia de Jesús sacramentado que me emocionaba mucho». No pudiendo faltar el recuerdo de su madre Consuelo : «También la actitud bondadosa de mi madre dándome unas monedas y diciéndome, esto no es para ti, es para los pobres».
El tiempo, a don Arturo, no le ha ayudado a comprender, pero si a ser más receptivo al misterio que Dios me quiere hacer ver. También destacó que Dios en el «misterio eucarístico pide respuestas, compromisos, pide vida.»
SIN JESUCRISTO EUCARISTÍA NO PODEMOS VIVIR
Y lo que está claro para nuestro prelado es que sin Jesucristo Eucaristía no podríamos vivir. «Porque en este misterio se va renovando nuestra vida, se hace real el sacrificio permanente en el altar y esto nos devuelve permanentemente a la existencia, a los compromisos, ala dignidad de tantas cosas buenas.»
EUCARISTÍA, ENTREGA Y CARIDAD
Nuestro obispo en la homilía destacó que la entrega de Jesús en la eucaristía es para fortalecernos, para entregarnos, para practicar la caridad.
«La entrega de Jesús a nuestras existencias pide la nuestra a los demás. Por eso ese vínculo íntimo y total y pleno entre eucaristía y caridad es la entrega. Jesús se entrega a nosotros totalmente, totalmente. La entrega hasta el extremo. Y lo hace permanentemente, lo hace siempre para alimentarnos, para fortalecernos y para que nuestra vida sea entrega. La caridad es entregarse.
La experiencia de caridad es inútil sin la Eucaristía. Somos experiencia de la entrega de Jesús en nuestras vidas para que nosotros hagamos extensión de su entrega a los demás, especialmente a los más frágiles, a los que más sufren, a los que ven afectada su dignidad, buscan la justicia, la verdad, tienen hambre de pan, de tantas cosas buenas. La caridad es la expresión más bella y más sublime del amor y difícilmente la pondremos por obra si no empezamos por los que tenemos más cerca. Es verdad que podemos pensar en grandes proyectos y en grandes colaboraciones. Bendito sea Dios. Pero practica la caridad con los tuyos, con los que están más cerca de ti. Y esa caridad luego es extensiva y se hace universal y fraterna para todos y para siempre.»
D. Arturo Ros concluyó dando gracias por abrir nuestro corazón a la presencia de Jesús resucitado y vivo en la Eucaristía. Y terminó deseando de corazón para que cada uno de los presentes la experiencia eucarística les llene la vida.
